Para
aquellos que tienen la idea de acabar su primer maratón les propongo
un plan de entrenamiento en cuatro meses que va a garantizar, cuando menos,
terminar la carrera. No he incluido los cambios de ritmo ni las series
ya que este plan va orientado a los corredores populares, cuyo único
fin es disfrutar con el maratón y terminar la carrera. En cuanto
vuestros objetivos crezcan poneros en manos de un entrenador o haceros
socios de algún club.
Una vez
tomada la decisión de acabar nuestro primer maratón, decidida
ya la fecha, hay que equiparse con la ropa adecuada. El plan tiene una
duración de cuatro meses, entre dieciocho y diecinueve semanas.
Por mi experiencia como corredor popular, tres maratones, breve, pero creo
que suficiente, me siento capacitado para aconsejar a aquellos que se inician
en este apasionante mundo. El resto de la temporada es conveniente entrenar,
aunque a menos nivel. Esto nos permite, cuando menos, mantener el nivel
físico que hemos conseguido con el plan de entrenamiento. Para terminar
con estas líneas os quiero dar algunos consejos:
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Evitar el
estrés. Aunque parezca mentira, y teniendo en cuenta que esto no
es más que una afición, hay muchos corredores populares que
sufren este estrés. Si nos obsesionamos con el entrenamiento llega
un momento en el que incluso descuidamos nuestras obligaciones diarias
para atenderlo. Durante la jornada de trabajo estamos esperando a que llegue
el momento de salir, para llegar rápidamente a casa, cambiarnos
e iniciar la sesión. Esto hay que evitarlo a toda costa, pues este
estrés puede provocarnos incluso una lesión, además
de otras consecuencias personales y laborales. Si tus compañeros
de trabajo han quedado para ir de cena no dejes de ir con la excusa del
entrenamiento. Aunque es necesaria la disciplina y seguirlo lo más
al pie de la letra que se pueda, tampoco pasa nada porque nos lo saltemos
un día.
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El descanso
es una parte fundamental del entrenamiento. Si un día estáis
demasiado cansados, por la causa que sea, cambia el plan que tenías
para ese día. Lo que no conviene es dejarnos llevar por el cansancio
y, con esa excusa, dejar el entrenamiento. Lo único que vamos a
conseguir con ello es que nuestros planes no se cumplan.
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Cuando hagáis
entrenamientos largos, por ejemplo 20 km, distancia a la que hay que llegar
para asegurarnos nuestra meta, no cojáis en línea recta,
10 km, y vuelta. Imaginaos que os lesionáis lejos de casa. ¿Cómo
vais a volver?. Lo mejor es buscar un parque cerca de casa, encontrar un
circuito de entre uno y cuatro kilómetros, y hacer en él
el entrenamiento.
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Las superficies.
Intentad entrenar, por este orden, en hierba, arena, asfalto y, como última
opción, hormigón. Esta última superficie (aceras)
es muy poco porosa, y las articulaciones, que ya de por sí sufren
durante el entrenamiento, aquí se castigan al extremo.
Vamos a
preparar el plan teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros trabaja
de lunes a viernes y descansa los fines de semana.
Así
pues entrenemos el martes, el jueves, el sábado y el domingo.
También
vamos a tener en cuenta que debemos de calentar 15' antes de cada entrenamiento
y enfriar como mínimo 5' al terminar.
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